martes, 20 de octubre de 2009

LA OTRA JUNGLA









Esta idea no es original. El estadounidense John Brennan junto al chileno Alvaro Taboada escribieron un compendio de los dichos y modismos chilenos traducidos al inglés para que los extranjeros aprendiran "Cómo Sobrevivir en la Jungla Chilena" (How to survive in the chilean jungle).



El libro explica muchos códigos qué sólo los chilenos podemos entender o los extranjeros, como el propio Brennan, que se han internado en lo profundo de la "jungla chilena" dando a conocer al lector interesado los "animalismos" que habitan el imaginario popular.



Muchos años antes, el famoso caricaturista italo-chileno Lucas (Renzo Pecchenino) publicó el "Bestiario del Reyno de Chile" donde se evidencia esta costumbre de "animalizar" el lenguaje con sabrosas ilustraciones.



En Chile resulta gracioso hablar de una "jungla" porque realmente no existe tal cosa en nuestro territorio (salvo la llamada selva fría en el sur que en realidad está constituida por bosques lluviosos). Entonces, esta jungla es un lugar metafísico, una especie de Macondo austral.


En Colombia, en cambio, sí existe la selva tropical con todos sus elementos de flora y fauna característicos más otros personajes añadidos al paisaje que son parte de la situación especial que vive el país. De este modo, la selva colombiana es un lugar de realismo puro.

Sin embargo, la capital Bogotá está lejos de ser un lugar tropical. Esta ciudad ubicada 2.600 metros más cerca de las estrellas carece de un clima propio de la latitud en la que se halla. Sólo la delata la falta de estaciones y unos aguaceros típicos de los trópicos. Por lo demás, uno puede imaginarse que está viviendo en cualquier ciudad del sur de Chile en un verano eterno.
Así, es que me atrevo a hablar de una "selva bogotana" porque no existe físicamente pero sí en ese lugar común donde concurren las imaginaciones de quienes comparten una cultura. Ella posee su propia fauna y ley comparables con la de la selva de Brennan o el Bestiario de Lucas.
Entonces, por qué no escribir sobre la cultura bogotana y hacer una traducción de sus códigos para facilitarle a cualquier extranjero su comprensión si ya llevo un año conviviendo con este pueblo extremadamente gentil en sus maneras y trato y tan agresivo cuando se instalan tras un volante.
Lucas fue un italiano expatriado y Brennan es un norteamericano transplantado de terruño. Ambos, tratando de comprender la cultura en la que les tocó vivir, desarrollarse y prosperar. Yo soy un chileno viviendo en otro vecindario de esta Patria Grande que es Latinoamérica.

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